¿Por qué deben participar en reuniones los cristianos?

El Señor Jesús dijo: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se convinieren en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos” (Mateo 18:19-20).

Todos cristianos saben que ya que creemos en Dios, debemos asistir a reuniones y tener la vida de la iglesia, esto es lo que Dios requiere de nosotros. Pero, como muchas personas no entienden el significado y la importancia de participar en la vida de la iglesia, por lo que no están dispuestas a reunirse puntualmente por varias razones, lo que retrasa el crecimiento de su vida espiritual.

Es necesario que sepamos que si queremos ser aprobados y salvados por Dios al tener la fe en Él, es imprescindible tener vida normal de la iglesia. Debido a que nuestro calibro es limitado, no somos cualificados para entender la verdad y misterios de las palabras de Dios, sólo podemos comprender un poco significado literal, somos casi completamente ignorantes tanto de la voluntad de Dios como de Sus requisitos hacia la humanidad. Entonces, aunque lo seguimos, no sabemos cómo satisfacer Su voluntad, y nuestra fe no va a ser aprobada por Él. Pero, a través de la vida de la iglesia, oramos y leemos la Palabra de Dios juntos con los hermanos y hermanas, compartiendo entendimientos de Su Palabra y nuestras experiencias de ella, tendremos mayores posibilidades de recibir el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo y, más nueva luz y beneficio, además entenderemos mejor voluntad y requisitos de Dios y tendremos más caminos de la práctica. En otras palabras, ganaremos y entenderemos más verdades y resolveremos más problemas por el medio de la participación frecuentes de vida de la iglesia, al mismo tiempo, no viviremos más con confusiones ni dificultades, sino que nos sentiremos relajados y libres.

La Palabra de Dios dice: “Si tu vida espiritual no es normal, no puedes entender la obra actual de Dios; siempre sientes que es del todo incompatible con tus propias nociones; aunque estás dispuesto a seguirlo, te falta el empuje interno. Así que, independientemente de lo que Dios esté haciendo en la actualidad, las personas deben cooperar. Si las personas no colaboran, el Espíritu Santo no puede realizar Su obra, y si las personas no tienen un corazón de cooperación, no pueden alcanzar la obra del Espíritu Santo. [...] Si las personas no colaboran con Dios ni buscan una entrada más profunda, Dios les quitará lo que una vez tuvieron. En su interior, las personas siempre tienen ansias de comodidad y preferirían tomar la ruta fácil. Quieren conseguir las promesas de Dios sin pagar precio alguno. Estos son los pensamientos extravagantes que hay en la humanidad. Ganar la vida sin pagar un precio; ¿qué ha sido alguna vez tan fácil? Cuando alguien cree en Dios y busca entrar a la vida y busca un cambio en su carácter, debe pagar un precio y alcanzar un estado donde siempre siga a Dios sin importar lo que Él haga. Esto es algo que las personas deben hacer. Incluso si se sigue todo esto como una regla, uno debe atenerse a esto y, sin importar lo grandes que sean las pruebas, no se puede abandonar la relación normal con Dios. Se debe poder orar, mantener la vida de la iglesia y permanecer con los hermanos y hermanas. Cuando Dios te prueba, debes seguir buscando la verdad. Esto es lo mínimo para una vida espiritual”.

De la Palabra de Dios, podemos ver que tener una vida espiritual normal es demasiado importante para nuestro crecimiento de la vida. Orar, leer la Palabra de Dios y participar en reuniones todos son una parte de nuestro devocional diario. Si no nos los aferramos, no podremos recibir la obra de Espíritu Santo. Incluso si estamos dispuestos a seguir a Dios, no tenemos la confianza de hacerlo. Por lo tanto, no importa cuán ocupados y cansados estemos, no hemos de perder una relación normal con Dios, lo mínimo es mantener una vida espiritual normal para que vivamos delante de Dios, y buscar y practicar la verdad en todas las cosas, de esta manera, nuestra vida espiritual será fuerte y en auge, y tendremos caminos para adelante.